1· ¿Qué partes lo componen?
- Corteza oceanica.
-Manto inferior.
-Manto superior.
-Nucleo inferior.
-Nucleo superior.
-Corteza continental :
La corteza continental es la parte de la corteza terrestre que forma los continentes. Es más gruesa que la corteza oceánica, su espesor puede ser de hasta 40 km y está compuesta principalmente por granito. La corteza continental es la capa más fría y más rígida de la Tierra, por lo que se deforma con dificultad. Está formada por tres tipos de rocas: ígneas, sedimentarias o metamórficas.
-Corteza oceánica :
Es la parte de la corteza terrestre que forma los océanos.
-Manto superior :
-Manto inferior :
La temperatura varía de 1.000º C a 3.000° C, aumentando con la profundidad y con el calor producido por la desintegración radioactiva y por conducción a partir del núcleo externo.
-Núcleo externo : La temperatura varía de 1.000º C a 3.000° C, aumentando con la profundidad y con el calor producido por la desintegración radioactiva y por conducción a partir del núcleo externo.
es una capa líquida compuesta por hierro y níquel situada entre el manto y el núcleo interno. Su límite superior es la discontinuidad de Gutenberg, situada a unos 2.885 km de profundidad, mientras que su límite inferior es la discontinuidad de Lehmann, situada a unos 5.155 km; tiene, pues, un grosor de unos 2.270 km.[1] Su temperatura varía desde los 4.400 °C en su región superior hasta los 6.100 °C en su zona inferior.
-Núcleo interno :
3· ¿Cómo sabemos lo que hay en su interior?
Los primeros metros se pueden conocer haciendo catas o sondeos (excavando o extrayendo un testigo). No hay un método que te diga que hay un núcleo de 1300 km de diámetro compuesto principalmente por Níquel y Hierro. Lo primero que se sabe es la masa total de la Tierra. Se sabe porque se sabe cómo orbita alrededor del Sol, y eso únicamente puede ocurrir cuando el Sol tiene una masa y la Tierra otra, ambas perfectamente definidas. Sabiendo la masa, conociendo la composición química del manto (es el magma que sale de los volcanes) se puede conocer la composición química del núcleo.
Además, se sabe que el manto está compuesto principalmente por Sílice y Aluminio (SIAL), pero para producir el campo magnético de la Tierra hace falta que haya metal moviéndose en el interior. Por eso se sabe que le núcleo está formado por Níquel y Hierro, y que es líquido (si fuera sólido, el campo magnético sería mucho menor).
Además, las temperaturas y presiones que se calculan coinciden con el estado líquido del núcleo.
Además, se sabe que el manto está compuesto principalmente por Sílice y Aluminio (SIAL), pero para producir el campo magnético de la Tierra hace falta que haya metal moviéndose en el interior. Por eso se sabe que le núcleo está formado por Níquel y Hierro, y que es líquido (si fuera sólido, el campo magnético sería mucho menor).
Además, las temperaturas y presiones que se calculan coinciden con el estado líquido del núcleo.
También se sabe el tamaño del núcleo gracias a las ondas sísmicas.
La energía interna de la Tierra. El calor procedente del interior terrestre
1· ¿De dónde procede?
El calor interno de la Tierra viene de la formación del planeta (cuando se formó el sistema solar).
Las estrellas y los planetas se forman mediante condensación gravitatoria a partir de una nebulosa de polvo y gas. La mayoría de elementos se concentraron en el centro del sistema (en el Sol), pero una pequeña parte de elementos principalmente pesados que se encontraba a la velocidad adecuada se concentró en los planetas. Cuando se forma un planeta se juntan cantidades innumerables de partículas y pequeños meteoritos que debido a la energía del choque alcanzan temperaturas altísimas. La Tierra cuando se formó (al igual que Marte, Venus o Mercurio) era una masa líquida de rocas fundidas. Eso fue hace unos 4600 millones de años. Poco a poco el aporte de material fue disminuyendo según iba escaseando y entonces comenzó una fase de enfriamiento. El Sol calienta algo los planetas pero muy poco en proporción a la temperatura que tiene un planeta primitivo de roca fundida. Así los planetas rocosos se fueron enfriando, haciéndose sólida la capa exterior y permaneciendo gran cantidad de energía en el núcleo caliente.
Planetas como Marte ya se han enfriado completamente. Por un lado se trata de un planeta mucho más pequeño que la Tierra por lo que su enfriamiento fue mucho más rápido, y por otro lado, aunque en mucha menor medida de importancia, está más lejos del Sol. Sin embargo hay trazas de actividad sísmica en Marte y se pueden observar volcanes apagados (los más grandes del sistema solar) que demuestran que hubo un núcleo caliente hace mucho tiempo.
Las estrellas y los planetas se forman mediante condensación gravitatoria a partir de una nebulosa de polvo y gas. La mayoría de elementos se concentraron en el centro del sistema (en el Sol), pero una pequeña parte de elementos principalmente pesados que se encontraba a la velocidad adecuada se concentró en los planetas. Cuando se forma un planeta se juntan cantidades innumerables de partículas y pequeños meteoritos que debido a la energía del choque alcanzan temperaturas altísimas. La Tierra cuando se formó (al igual que Marte, Venus o Mercurio) era una masa líquida de rocas fundidas. Eso fue hace unos 4600 millones de años. Poco a poco el aporte de material fue disminuyendo según iba escaseando y entonces comenzó una fase de enfriamiento. El Sol calienta algo los planetas pero muy poco en proporción a la temperatura que tiene un planeta primitivo de roca fundida. Así los planetas rocosos se fueron enfriando, haciéndose sólida la capa exterior y permaneciendo gran cantidad de energía en el núcleo caliente.
Planetas como Marte ya se han enfriado completamente. Por un lado se trata de un planeta mucho más pequeño que la Tierra por lo que su enfriamiento fue mucho más rápido, y por otro lado, aunque en mucha menor medida de importancia, está más lejos del Sol. Sin embargo hay trazas de actividad sísmica en Marte y se pueden observar volcanes apagados (los más grandes del sistema solar) que demuestran que hubo un núcleo caliente hace mucho tiempo.
2· ¿Por qué no quema todo lo que existe en la superficie de la tierra?
La atmósfera de la Tierra está compuesta de muchos gases. Los más abundantes son el nitrógeno y el oxígeno (este último es el que necesitamos para respirar). El resto, menos de una centésima parte, son gases llamados "de invernadero". No los podemos ver ni oler, pero están allí. Algunos de ellos son el dióxido de carbono, el metano y el dióxido de nitrógeno.
En pequeñas concentraciones, los gases de invernadero son vitales para nuestra supervivencia. Cuando la luz solar llega a la Tierra, un poco de esta energía se refleja en las nubes; el resto atraviesa la atmósfera y llega al suelo. Gracias a esta energía, por ejemplo, las plantas pueden crecer y desarrollarse.
En pequeñas concentraciones, los gases de invernadero son vitales para nuestra supervivencia. Cuando la luz solar llega a la Tierra, un poco de esta energía se refleja en las nubes; el resto atraviesa la atmósfera y llega al suelo. Gracias a esta energía, por ejemplo, las plantas pueden crecer y desarrollarse.